Washington, 12 feb (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó su primer mitin de este año para insistir en un tema que es hoy casi una obsesión, la construcción del muro de hormigón en la frontera con México.
Trump viajó a la ciudad limítrofe de El Paso, Texas, desde donde, además de vanagloriarse de supuestos logros de su gobierno -como hizo hace una semana en el discurso sobre el Estado de la Unión– habló acerca de la necesidad de la pared.
«Para que lo sepan, estamos construyendo el muro de todos modos», dijo al reiterar sus propósitos, «independientemente de si el Congreso aprueba los fondos para ello».
Trump ha afirmado en repetidas ocasiones que su muro se está construyendo en un esfuerzo por garantizar el cumplimiento de una importante promesa de campaña en 2016.
Solo que hasta ahora el trabajo se centra casi exclusivamente en reparar o reemplazar las barreras existentes.
El mandatario habló poco después de que un grupo bipartidista y bicameral de legisladores anunciaran que habían llegado a un acuerdo de financiamiento «en principio» para evitar un segundo cierre parcial del gobierno a partir del sábado.
Para los republicanos era cuestión urgente obtener algún avance significativo, pues salieron bastante mal parados junto a Trump en las encuestas a causa del cierre de la administración federal el 22 de diciembre que duró más de un mes.
Según el convenio, accedieron a la asignación de mucho menos dinero para el muro fronterizo que los cinco mil 700 millones de dólares que exigía Trump para la obra.
Una fuente del Congreso comentó al diario The Hill que la factura incluirá mil 375 millones de dólares para barreras físicas, la misma cantidad del año fiscal 2018.
El acuerdo provisional, añadió la propia fuente, también prohíbe el uso de un muro de hormigón, como el que quiere Trump, y apenas se financiarán aproximadamente 88 kilómetros de nuevas barreras en el sector del Valle del Río Grande (Texas).
Las negociaciones alcanzadas-a pocos días de que se venciera el plazo de tres semanas dado por Trump- supera un estancamiento sobre un asunto de inmigración que amenazaba con echar a perder las pláticas.
Ambas partes estuvieron divididas en cuanto al financiamiento para las barreras físicas y sobre el límite del número de camas para migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
Sin embargo, el rotativo publicó que el ocupante de la Oficina Oval anticipó que no firmaría un acuerdo que reduzca la cantidad de camas utilizadas para los migrantes bajo custodia del ICE.
«Nunca firmaré un proyecto de ley que obligue a la liberación masiva de delincuentes en este país», advirtió el jefe de la Casa Blanca, quien exige la solicitud completa de 52 mil camas y mantiene una retórica agresiva hacia los forasteros.
La falta de acuerdo en diciembre entre el mandatario y los demócratas del Legislativo provocó un shutdown de 35 días, el más largo en la historia nacional, que afectó a más de 800 mil empleados públicos.
Paralelo al mitin de Trump y a pocas cuadras de él, otra concentración liderada por Robert «Beto» O’Rourke, potencial candidato demócrata a la presidencia en 2020, atrajo a miles de personas hastiadas con las políticas de inmigración del presidente.
Los eventos sirvieron de avance de lo que prometen las campañas electorales del próximo año, que contarán con una intensa batalla entre Trump y los demócratas.